Vox defiende que los inmigrantes cuestan dinero, algo que es absolutamente falso. De hecho, durante el boom español, uno de cada tres euros que se ingresaron en España fue gracias a la inmigración. No solo no costaron, contribuyeron durante la bonanza y pagaron más durante la crisis.
La inmigración no robó puestos de trabajo. Al contrario, asumía los puestos de trabajo peor pagados para que los españoles pudieran tener los empleos mejor pagados. Las tasas de temporalidad entre los españoles eran la mitad que entre los inmigrantes. Además, el CES señala que permitieron la incorporación de las mujeres al mercado laboral porque los inmigrantes se quedaban en casa cuidando niños o cuidando padres. Los colectivos de cuidadores están formados por colombianos y Magreb.
Los inmigrantes pagaron más durante la crisis. La tasa de paro entre los españoles era del 25% y entre los extranjeros, del 35%. Los inmigrantes siguen a día de hoy contribuyendo para la economía, y pese a que son más pobres, lo cierto es que son contribuyentes netos. Así que miente Vox en cuanto a la contribución económica de Vox.
La conclusión del CES es demoledora: «La inmigración no supone un lastre para el Estado del Bienestar español si no más bien lo contrario». Vox miente cuando dice que los inmigrantes están robando puestos de trabajo, ya que hay puestos de trabajo complementarios.
Vox miente cuando dice que los inmigrantes cuestan a la Sanidad. Según el Ministerio de Sanidad y el INE, las consultas sanitarias son fundamentalmente de españoles y mucho menos las de los extranjeros. Lo mismo pasa en las consultas a especialistas. Frente a los más de 15 millones de visitas de los españoles al médico, los extranjeros hicieron 1,7 millones. Vox miente cuando dice que son los inmigrantes los que saturan los servicios sanitarios. Más bien ha habido recortes en exceso en Sanidad y, como consecuencia de eso, falta asistencia, no sobra gente.
Los inmigrantes se ponen menos malos porque son poblaciones más jóvenes. Solo crece la asistencia de los inmigrantes en los partos, porque al ser población más joven, también son más fértiles. Es decir, los hijos de los inmigrantes son los que pagan su pensión.
Fuente: SER
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