Una de las mayores aportaciones al pensamiento del feminismo islámico lo encontramos en la figura de Amina Wadud. Intelectual y activista, su trabajo revolucionó la comprensión de la mujer en el islam, promoviendo una nueva interpretación del texto sagrado y de la función espiritual que debe desempeñar la mujer en la práctica religiosa.
Alfonso Casani – FUNCI
Amina Wadud (originariamente, Mary Theasley) nació en la localidad de Bethesda (Maryland, Estados Unidos) en 1952, en el seno de una familia metodista. Entró en contacto con el islam en la Universidad de Pensilvania, mientras cursaba una Licenciatura en ciencias, y se convirtió al islam en 1972, dos años antes de acabar sus estudios. A partir de ese momento, sus intereses académicos se orientaron a la comprensión de esta religión, realizando un Máster en Oriente Próximo y un Doctorado en estudios islámicos en la Universidad de Michigan, con distintas estancias en la Universidad de El Cairo y en Al-Azhar.
Que el conocimiento trascienda las bibliotecas y pasillos universitarios debería ser una ambición de todo académico e investigador, y, en el caso de Amina Wadud, esta aspiración se tradujo en su participación en la asociación Sisters of Islam, con sede en Malasia, y en el comienzo de una relevante vida de activismo destinada a potenciar la función de la mujer en la divulgación de la espiritualidad. Ambas toman como pilar teórico su obra principal, El Corán y la Mujer: Re-leyendo el texto sagrado desde una perspectiva femenina (Qur’an and Woman: Relecting the Sacred Text from a Woman’s Perspective, 1992).
La actividad feminista y espiritual de Wadud alcanzó una fama mundial en el año 2005, después de que liderase la primera oración de los viernes (salat) para una congregación mixta de creyentes en Nueva York. Esta actividad contradice la práctica tradicional del islam, según la cual únicamente los hombres, imames, pueden liderar los rezos multitudinarios. La celebración, que contó con la participación de un centenar de personas, fue promovida por la asociación Muslim Women’s Freedom Tour y se desarrolló en una iglesia sinodal, ante la negativa de distintas mezquitas de acoger el evento y los riesgos relativos a la seguridad que planteaba[1]. La actividad contribuyó a abrir un debate sobre el papel que debía desempeñar la mujer en la práctica religiosa, pero también recibió importantes críticas de sectores conservadores, que la tildaron de ser contraria a los preceptos del islam.
Sin embargo, no se trataba de la primera actividad de este tipo que Wadud realizaba. Una década antes, había generado controversia por pronunciar un discurso (jutba) en la mezquita de Claremont Main Road, en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), como preludio a la oración del viernes. Hay que señalar que la asociación Muslim Women’s Freedom Tour es una iniciativa dinámica que promueve el empoderamiento de la mujer en las mezquitas de Estados Unidos, fomentando la ocupación de espacios de culto por parte de las creyentes[2].
El feminismo islámico y la hermenéutica del tawhid
Esta comprensión del feminismo genera una tensión entre el cambio social y la emancipación de la mujer y la prevalencia de la identidad musulmana.
La producción científica de Wadud se enmarca en el desarrollo de la segunda ola del feminismo, que reivindicaba la supresión de las prácticas discriminatorias hacia la mujer en su día a día, y que, desde una perspectiva académica, contribuyó a introducir la cuestión del género en los estudios sociales[3]. Así, el desarrollo del feminismo islámico, que fue cobrando fuerza desde los años 70, contribuyó a cuestionar la visión hegemónica occidental del feminismo, y con ello, al denominado feminismo secularista, que asociaba la emancipación de la mujer con los valores sociales secularistas de Occidente, y fue criticado por reflejar una noción de progresismo de corte occidental, cercano a la mujer blanca de clase media y media-alta, y que marginalizaba otras formas de abordar las cuestiones de género[4].
Esta comprensión del feminismo genera una tensión entre el cambio social y la emancipación de la mujer, y la prevalencia de la identidad musulmana[5]. Ante este conflicto, el trabajo académico de Wadud, desarrollado entre 1988 y 1992 y recogido en la citada obra El Corán y la mujer, presenta una doble dimensión. Su trabajo se inscribe en la crítica feminista, esforzándose por ofrecer una nueva visión epistemológica que cuestione “la noción de lo humano normativo a partir de las experiencias y perspectivas de la persona masculina”[6]. Sin embargo, este cuestionamiento de la visión patriarcal no es suficiente. El pensamiento desarrollado por Wadud también se esfuerza por mostrar la relevancia del Corán en la vida actual de las mujeres, y la posibilidad de compaginar la crítica feminista con la espiritualidad. Para ello, Wadud lleva a cabo una labor de exégesis o reinterpretación de las fuentes islámicas desde una perspectiva feminista. Su trabajo tiene por objetivo trascender el análisis de la presencia de la mujer en la sociedad, cultura e Historia, para analizar el Corán, como principal fuente de autoridad en el islam.
«Creo que el Corán se adapta al contexto de la mujer moderna con la misma facilidad con que se adaptó a la comunidad musulmana original hace catorce siglos. Esta adaptación puede demostrarse si se interpreta el texto pensando en ella, lo que indica la universalidad del texto. Cualquier interpretación que aplique de forma limitada las directrices del Corán sólo a aquellos que imitan literalmente a la comunidad original está cometiendo una injusticia hacia el texto».[7]
Wadud se basa para ello en la distinción entre sharía y fiqh, según la cual, la primera se refiere al derecho islámico, y la segunda, al conocimiento que los juristas tienen, y promueven, de ese derecho islámico, es decir, a la jurisprudencia e interpretación que históricamente se ha realizado del Corán y del derecho islámico. Esta interpretación, realizada por el ser humano, está impregnada de los principios de la época, contribuyendo a dotar a la jurisprudencia islámica de unos valores eminentemente masculinos, desiguales y poco favorables a los derechos de la mujer. La exégesis propuesta por Wadud está dirigida a la reforma de ese fiqh, en un esfuerzo por recuperar los valores originales del Corán y destacar el lugar ocupado por la mujer en el texto sagrado.
Para ello, Wadud propone lo que denominó la hermenéutica del tawhid (la unicidad de Dios), que enfatiza la unidad del Corán, de forma que otorgue sentido a todas las partes del texto sagrado. En lugar de realizar una interpretación diferenciada de cada una de estas partes, Wadud propone una lectura que “realce la coherencia coránica” y traduzca los valores del Corán en su conjunto[8]. Esta interpretación implica también un ejercicio de contextualización del lenguaje y realidad de la época en la que se produce la revelación.
A través de esta reinterpretación, Wadud trata de alcanzar la justicia social, que define como “[sus] experiencias personales sobre la desigualdad por motivos de raza, clase y género; y [su] búsqueda en la tradición islámica, y más concretamente en el texto coránico, de una perspectiva de la sociedad civil que disipe las tendencias a la opresión y la injusticia social”[9].
Activismo y “yihad de género”
Uno de los aspectos más importantes de la biografía de Amina Wadud es su vinculación a la labor académica, al tiempo que al activismo social. Desde esta perspectiva, su producción científica se convierte en una herramienta para alcanzar la justicia y mejorar la situación de las mujeres. Es un medio, no un fin.
El compromiso social de Wadud se ha traducido en múltiples expresiones e iniciativas. Una vez finalizada su tesis doctoral, durante una estancia en Malasia en 1995, Wadud participó en la fundación de Sisters of Islam, una organización no gubernamental asentada en este país del sureste asiático, que tiene por objetivo promover el desarrollo de los derechos de la mujer en el país, a través de un trabajo científico y hermenéutico que deconstruya la injusticia y las desigualdades existentes en la jurisprudencia islámica. Su trabajo está íntimamente ligado a los postulados defendidos por Wadud, y bebe activamente de su obra El Corán y la mujer. A pesar de ello, y aunque continúa colaborando con la organización, Wadud se distanció públicamente de la misma en el año 2006, para evitar que las reacciones negativas a su desempeño como imama salpicasen a la asociación[10].
Su activismo social ha quedado recogido bajo lo que ella denomina la yihad de género (gender jihad), entendido como “el esfuerzo por establecer la justicia de género en el pensamiento y la praxis musulmana”[11]. Este esfuerzo, o yihad, trata de aunar el discurso intelectual, el activismo y la espiritualidad, a través de una actividad de reforma del islam que se proyecte, también, en el día a día de las mujeres musulmanas. La actividad de Wadud como profesora de estudios islámico, musulmana y activista quedaron recogidos en su obra Inside the Gender Jihad: Women’s Reform in Islam.
Conclusión: la reforma del islam y del feminismo
Así pues, la obra El Corán y la mujer se ha convertido en un pilar fundamental del feminismo islámico, que promueve y afianza los esfuerzos hermenéuticos llevados a cabo por mujeres musulmanas, desbordando el ámbito académico. Este es, sin duda, uno de los aspectos más reseñables de la figura presentada en este artículo: el esfuerzo por entrelazar el pensamiento y el activismo, asegurando una traducción sobre el terreno de las enseñanzas elaboradas desde las universidades.
Las reacciones y críticas que ha recibido Amina Wadud por su participación en la dirección de sermones en las mezquitas refleja las tensiones existentes entre las múltiples comprensiones del islam, de posiciones liberales a posturas más conservadores, de interpretaciones procedentes de países de mayoría musulmana a las promovidas como minorías en países occidentales. Pero el activismo de Wadud también ha supuesto un impulso a un feminismo más abierto e inclusivo, adaptado a las múltiples y variadas realidades sociales, culturales y espirituales de las mujeres de todo el planeta. La relectura promovida en sus obras destaca la compatibilidad entre islam y los derechos de la mujer, pero también la necesidad de realizar una relectura feminista de la jurisprudencia islámica.
Referencias
[1] http://www.studying-islam.org/articletext.aspx?id=955
[2] https://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/06/04/AR2005060401646.html?sub=AR
[3] Espínola, A. F. (2010). La segunda ola del Movimiento Feminista: el surgimiento de la Teoría de Género Feminista. Mneme – Revista De Humanidades, 5(11). Recuperado de https://periodicos.ufrn.br/mneme/article/view/245
[4] Duval, S. (1998). «New Veils and New Voices: Islamist Women’s Groups in Egypt», en Ask, K., & Tjomsland, M. (Eds.). Women and Islamization: Contemporary Dimensions of Discourse on Gender Relations (1st ed.). Routledge. https://doi.org/10.4324/9781003135814
[5] Jawad, Haifaa (2003). “Muslim Feminism: A Case Study of Amina Wadud’s ‘Qur’an and Woman’» Source: Islamic Studies, International Islamic University, Spring 2003, Vol. 42, No. 1, pp. 107-125. https://www.jstor.org/stable/20837253
[6] Wadud, A. (1993). Qur’an and Woman, Kuala Lumpur: Penerbit Fajar Bakti Sdn Bhd.
[7] Ibid., p. 95. Traducción propia.
[8] Ibid., p. xii.
[9] Wadud, A. (1995). Towards a Qur’anic Hermeneutics of Social Justice: Race, Class and Gender. Journal of Law and Religion, 12(1), 37–50. https://doi.org/10.2307/1051608
[10] https://www.malaysiakini.com/letters/46289
[11] Wadud, A. (2006). Inside the Gender Jihad: Women’s Reform in Islam. Oxford: Oneworld.
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