Un estudio reciente sobre inmigración y su peso económico y demográfico publicado por el gobierno vasco desmiente el muy manido mito de la carga económica que los inmigrantes suponen para el Estado. Por el contrario, el informe demuestra que las contribuciones realizadas por estos inmigrantes, a través de impuestos directos e indirectos, son considerablemente mayores que los posibles gastos en subvenciones o ayudas originados por su presencia. Estos resultados desmontan uno de los principales argumentos esgrimidos por los movimientos xenófobos y antiinmigración para limitar el número de extranjeros residentes en España, y abogan por una sociedad más abierta y multicultural, de la que todos salimos beneficiados.
Los extranjeros empadronados en Euskadi aportan a las haciendas forales más dinero del que reciben en concepto de ayudas sociales. Es la principal conclusión del estudio El impacto económico y demográfico de la inmigración en el País Vasco, elaborado por el Observatorio Vasco de Inmigración-Ikuspegi. Este trabajo cifra en 631 millones de euros los impuestos directos e indirectos que pagaron en 2012 los inmigrantes radicados en la comunidad. Durante ese mismo año, los extranjeros percibieron 593 millones de euros en subsidios de las diferentes administraciones. Los inmigrantes pueden ser considerados como contribuyentes netos a las arcas públicas del País Vasco, según los responsables del estudio, ya que aportan más ingresos a las arcas públicas vascas que el gasto que suponen para el sistema de bienestar social.
El Gobierno vasco, que ha patrocinado el trabajo, considera que los datos desmienten la idea extendida en la sociedad de que los inmigrantes reciben más de lo que aportan e intenta medir el impacto real basándose en datos y cifras oficiales.
La investigación toma como referencia los años 2008 (antes de la crisis económica) y 2012 (en plena crisis). Y en ambos, la aportación económica de los inmigrantes fue positivo, en el primer caso en 71 millones de euros y en el segundo en 38 millones. El Gobierno vasco, que ha patrocinado el trabajo, considera que los datos desmienten la idea extendida en la sociedad de que los inmigrantes reciben más de lo que aportan e intenta medir el impacto real basándose en datos y cifras oficiales.
Teniendo en cuenta las prestaciones sociales imputables a la población extranjera en 2008 fue de más de 371 millones de euros y en 2012 subió a cerca de 593 millones, debido a que este colectivo «es uno de los que más ha sufrido la crisis», puntualiza Ikuspegi. Los ingresos generados a las arcas públicas por los inmigrantes esos mismos años fueron de 443 millones de euros en 2008 y de 631 millones de euros en 2012.
Impacto demográfico
El incremento del gasto social procede, principalmente, de las prestaciones económicas y los servicios sociales, que aumentan en 118 millones entre 2008 y 2012, mientras que el gasto en educación (+ 41 millones), sanidad (+44 años) y vivienda (+16 millones) aumenta de forma más moderada.
«Los inmigrantes han rejuvenecido una población envejecida, han impulsado la natalidad y han aportado personas en edad de trabajar.”
El aumento de los ingresos aportados por este colectivo, por su parte, se debe al incremento de la recaudación por el IRPF (+88 millones) y las cotizaciones sociales (+68 millones), mientras que el IVA crece de forma más moderada (+29 millones), así como los impuestos especiales (+3 millones).
La repercusión de la inmigración también se deja sentir en la demografía. El informe enfatiza que es «extremadamente positivo» ya que sin la llegada de extranjeros Euskadi hubiera perdido en estos años 50.000 habitantes. «Los inmigrantes han rejuvenecido una población envejecida, han impulsado la natalidad y han aportado personas en edad de trabajar que no han pasado por el sistema educativo vasco, lo que quiere decir que no han originado ese gasto», subraya el trabajo.
Fuente: Eldiario.es
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