Ángel Álvarez Hernández, colaborador asiduo en la página Webislam, ha publicado en su blog esta emotiva reflexión sobre las distintas mujeres musulmanas que han alcanzado puestos políticos en los últimos años. Éstas son Najat Driouech, diputada en el Parlamento Catalán, Fatima Taleb, concejala en Badalona, y Nayat Mohamed, diputada en la Asamblea de Ceuta. Desde sus distintos cargos, estas tres políticas constituyen un reflejo del empoderamiento de las mujeres musulmanes y contribuyen a la lucha contra los estereotipos, el machismo y la islamofobia.
Najat Driouech, no es una mujer silenciada, ni silenciosa, es una mujer que se sienta en el Parlament Catalán por méritos propios, aunque le duela a Xavier Albiol. Con su sonrisa y su inteligencia va abriendo caminos. A los identitarios y a la extrema derecha no les gusta su hiyab, pero ella es más fuerte que los prejuicios. Nayat Mohamed, diputada en la Asamblea de Ceuta, con elegante educación y una exquisita paciencia le da lecciones de tolerancia a Pérez Reverte y le enseña las uñas a Rafael Hernando, cuando señala a las mujeres musulmanas, porque a ella no le dan miedo los viejos carcamales que vociferan en twitter o facebook. Fatima Taleb, concejala de Badalona, denuncia la xenofobia y el racismo con la misma intensidad que defiende un mundo diferente y solidario. Cada insulto que recibe es una medalla sombre su pecho que acredita su compromiso y su integridad.
Ellas son mis hermanas de sangre y mi refugio. Poco importa su ideología, su religión o el lugar en el que vivan, porque son irresistibles. Son el baluarte, la bandera, el referente de un mundo que se mueve y gira buscando una sociedad en la que podamos vivir todos juntos, sin barrera, ni etiquetas.
Son mujeres en pie de guerra, por la paz y la libertad robada. Tú las puedes ver en las fronteras, en los desahucios, en las calles de Ceuta, Barcelona o Badalona, ganando la batalla a la intolerancia. Mujeres que dan todo lo que tiene, que no se rinden, que viajan con sus sueños donando esperanza. La dignidad muy alta y el orgullo en el corazón. Mujeres que le han robado el futuro al fatalismo. Mujeres que no se rinden y nos mantienen en pie. Mujeres que tocan nuestra sensibilidad y ponen el dedo sobre la llaga, por donde sangra el dolor.
Najat Driouech, Nayat Mohamed y Fatima Taleb, son el fruto del trabajo de millones de mujeres, que antes que ellas, supieron conquistar los derechos civiles, que visitaron las cárceles, que fueron proscritas, que fueron nuestras madres y abuelas. El decadente machismo y la islamofobia, con su brutalidad, no les perdona, que sean valientes, que sean mujeres y sean musulmanas, pero nosotros las queremos intensamente. Najat Driouech, Nayat Mohamed y Fatima Taleb le han cortado la cabeza al dragón de la misoginia, el sexismo y la islamofobia, para construir un lugar mejor para las todos, seamos hombres o mujeres, musulmanes o no. Es la hora de las mujeres sin miedo. La hora de que el islam se integre en las instituciones y se normalice. La hora de romper los prejuicios y enterrarlos para siempre.
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