Dos equipos de fútbol griegos de Segunda División, el AEL y el Acharnaiko, se enfrentaron el viernes 29 de enero en un partido disputado en la ciudad de Larisa. Los jugadores de ambos grupos saltaron al campo de juego, el árbitro dio la señal de inicio, pero el balón no se puso en juego. En su lugar todos los futbolistas en el campo — además de los reservas, entrenadores y asistentes técnicos en los banquillos — se sentaron sobre el césped. Un gesto que habían acordado antes del encuentro para llamar la atención de los organismos internacionales sobre la situación de los refugiados que huyen de Siria e Irak y, en concreto, aquellos que han muerto ahogados tratando de llegar a las Islas del Mar Egeo.
«Los jugadores y técnicos guardarán dos minutos de silencio en memoria de los cientos de niños que continúan perdiendo cada día su vida en el Mar Egeo debido a la brutal indiferencia de la Unión Europea y Turquía», se escuchaba en un anuncio hecho público a través de la megafonía del estadio, tal y como ha recogido la Agencia de noticias Reuters.
«Los jugadores del AEL protestarán sentándose durante dos minutos en un esfuerzo para hacer que las autoridades movilicen a todos aquellos que se están mostrando insensibles a los crímenes atroces que se están perpetrando en el Egeo.»
La muestra de solidaridad de los futbolistas griegos se ha producido la misma semana en que el Comité Olímpico Internacional (COI) ha anunciado que la antorcha de los juegos que se celebrarán en Río de Janeiro este año pasará por uno de los campos de refugiados en Atenas. La antorcha será encendida el 21 de abril y, según ha explicado el presidente del COI, Thomas Bach, un refugiado será invitado a llevarla durante la fase griega del relevo.
Fuente: Verne
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