Una oleada de racismo e islamofobia ha arrasado el municipio de Torre-Pacheco, en Murcia, durante el mes de julio de este año 2025. Aunque el estallido de violencia no se alargó más de una semana, ha dejado delitos de odio, agresiones, destrozos de locales, vandalismo, incendios y la difusión de un racismo generalizado. Los hechos fueron reivindicados como una “cacería de magrebíes” y alentados por influencers y colectivos xenófobos provenientes de otras partes de España, que se encargaron de difundir el mensaje en redes sociales y medios de comunicación. En Torre-Pacheco, la respuesta local fue firme: vecinos, líderes religiosos y representantes institucionales rechazaron la violencia y los discursos de odio reivindicando la convivencia ciudadana [1].
En una ciudad donde en torno a un 30% de su población es extranjera según las cifras oficiales, la convivencia intercultural es la norma. Una norma por necesidad, sobre todo, por la falta de mano de obra en los trabajos de campo. Torre-Pacheco es capital agrícola del campo de Cartagena, una tierra muy fértil y rica en cultivos que, desde la década de los 80, ha venido cubriendo esa mano de obra en el sector primario gracias a personas migrantes. Lo sucedido en Torre-Pacheco no es un acto aislado, no solo porque distintas municipalidades agrarias hayan sido sacudidas por disturbios racistas en otras ocasiones, sino porque forma parte de una escalada de odio estructural y sistémica, alentada por discursos políticos y narrativas racistas.
La huerta que enriquece la región
Los trabajos agrícolas en España quedan cubiertos por personas dispuestas a aceptar las condiciones de desgaste físico y de precariedad laboral que implican. Muchas de estas personas son migrantes. Tras la hostelería, la agricultura es el segundo sector con mayor presencia de trabajadores extranjeros, con un 26,6% de afiliación, siendo la mayoría de origen marroquí [2]. En el caso de Murcia, el porcentaje asciende y roza el 60% [3]. Esas son las cifras oficiales, pero no debe olvidarse la preeminencia de la economía sumergida en este sector. Se estima que, en la agricultura, en torno al 50% de los empleos no están regularizados con un contrato laboral [4].

Cosecha de la patata en Cartagena 2013 © Susana Vera/Reuters.
En Torre-Pacheco más del 70% de los contratos que se realizan en el municipio son para trabajar en agricultura [5]. La especialización agraria de la comarca del campo de Cartagena es un ejemplo de cómo el modelo agroindustrial ha impactado en el paisaje, consolidando ciertas regiones como claves en la producción y exportación agrarias. Es el caso de Murcia, pero también el de otras zonas del país, como Almería, Huelva o Lleida, por ejemplo. Son regiones esenciales en la cadena de producción en el mercado nacional y europeo, de las que se deriva una gran fuente de riqueza. Por ejemplo, en Murcia, las exportaciones de lechuga generan unas ganancias anuales de en torno a 650M de euros, las del melón, 149M de euros y las del apio, 77,6M de euros.
El campo y la agricultura de Murcia son hijos del saber andalusí e islámico.
Este crecimiento económico no sería posible sin el trabajo de base, sin las personas que laboran y mantienen la tierra y sus frutos. Y, aun así, esa tarea es la menos valorada. Son trabajos con una alta precariedad laboral, inestabilidad y temporalidad, con niveles de ingresos insuficientes ‒ en torno a 5€/h ‒, horas trabajadas no pagadas, ausencia de derechos laborales, y, en muchas ocasiones, un vacío de protección legal [6].

Miembros de Vox con pancartas racistas el 12 de julio de 2025 en Torre-Pacheco © Olmo Blanco/Getty Images.
Contra toda lógica, este mes de julio se intentó fomentar en Torre-Pacheco una “caza al magrebí”, precisamente en la misma tierra que labran miles de personas con orígenes magrebíes y, sin las cuales, el crecimiento económico de la región sería inconcebible. La población migrante, o leída como tal, merece respeto, buenas condiciones y reconocimiento laboral y social. Aunque los vecinos de la región lo saben, y las llamadas al odio se ahogaron en bulos y noticias falsas en internet, no deja de ser preocupante, cuando no incongruente, las desigualdades que atraviesan las personas por motivos étnicos, culturales o religiosos, la indiferencia institucional y social hacia la exclusión racial y religiosa, y la desconexión humana, cultural e histórica con el entorno que nos rodea.
La memoria islámica de Murcia
Murcia no es ajena al legado islámico. Desde el siglo VIII formó parte de al-Ándalus al incorporarse en el califato de Córdoba; posteriormente incluso constituyó su propia taifa independiente. Estos siglos de prosperidad y desarrollo de la región se manifestaron en aspectos como la agricultura, con la introducción de nuevos cultivos, métodos de riego y técnicas de producción agrícola. También la arquitectura es evidencia de este pasado islámico que pervive en la capital de la región, como la alcazaba, la muralla y la mezquita de Murcia, convertida en templo cristiano tras el Tratado de Alcaraz y origen de la actual catedral de la ciudad. Murcia emergió como un relevante centro de poder político, económico y cultural, consolidándose como punto de encuentro para figuras influyentes de la época.
Tras la conquista castellana en el siglo XIII, la mayoría de la población musulmana continuó profesando su fe bajo dominio cristiano; se les denominó «mudéjares». Por otro lado, la comunidad morisca la constituyeron aquellos musulmanes que fueron obligados a convertirse al cristianismo hasta que la corona castellana los expulsó definitivamente en el siglo XVII. Autores emblemáticos del Siglo de Oro, como Cervantes, Lope de Vega y Quevedo, junto a otras voces literarias de diferentes épocas, géneros y procedencias, han abordado en sus obras las relevantes contribuciones de los moriscos a la sociedad hispánica y las trágicas consecuencias de su exilio forzado.
Tras la expulsión, la región quedó despoblada, y con ello se perdieron saberes tradicionales, como, por ejemplo, en técnicas agrícolas, cultivo y manejo del agua, generando una profunda crisis en términos de capacidad productiva. Por supuesto, la pérdida fue también social y cultural, con la desaparición de conocimientos que fueron reemplazados por una obligada homogeneización cristiana. Aun así, el arraigo de la comunidad morisca era tal que, a pesar de la severidad de la expulsión oficial, en la práctica muchos moriscos permanecieron escondidos y otros muchos retornaron en silencio.
Todo este legado queda sistemáticamente marginado cuando se trata de inventar narrativas excluyentes.
El legado islámico aún sigue vivo en Murcia, y se aprecia no solamente en la arquitectura de algunos de los monumentos más emblemáticos, sino también en los azulejos geométricos y florales que decoran las ciudades, en la gastronomía y los platos típicos, en nombres de calles y plazas, en el diseño paisajístico urbano, o en la huerta murciana. Sin embargo, todo este legado queda sistemáticamente marginado cuando se trata de inventar narrativas excluyentes. Sobre su memoria pesa un racismo estructural que se esfuerza por invisibilizarlo y por presentar lo islámico como algo ajeno, impuesto e, incluso, conflictivo y problemático.

Yacimiento arqueológico de San Esteban, Murcia, que conserva restos del arrabal andalusí de la Arrixaca y parte de un posible complejo palatino (s. XII).
Así, la oleada de racismo que se ha vivido en Torre-Pacheco no solo atenta contra la integridad de las personas musulmanas y migrantes, o leídas como tales, sino que también niega la rica herencia cultural y la propia historia de España. Esto distorsiona nuestra identidad como sociedad, y genera injusticias y desigualdades entre quienes habitan el territorio y contribuyen día a día a su desarrollo económico, social y cultural. Lo más alarmante es el odio al que se incita y alienta, basado exclusivamente en estereotipos, bulos y una intención deliberada de hacer daño y sembrar caos.
Una paradoja inquietante
La violencia que predomina no es solo social, sino también ecológica. Cabe remarcar que el campo y la agricultura de Murcia son hijos del saber andalusí e islámico. La introducción de cultivos, las técnicas agrarias, los sistemas de regadío y de ingeniería hidráulica, el paisajismo y las prácticas culturales y sociales encuentran sus raíces en la época islámica de la península ibérica. Estas aportaciones, influencias y tradiciones andalusíes se han conservado y mantenido, consideradas esenciales en la posterior reconstrucción del paisaje castellano y convirtiéndose en un elemento esencial de la identidad regional que perdura hasta hoy [7].
Museo de las claras
El legado hídrico de la huerta murciana estaba ligado a una lógica racional y equitativa del uso de bienes naturales. Sin embargo, el sistema agroalimentario actual, que produce por encima de sus capacidades, agota recursos y contamina el medio ambiente, ha desplazado a los valores de sostenibilidad por los de productividad. Hoy, el uso intensivo y la mala gestión del agua, incluyendo la dependencia del trasvase Tajo-Segura y la contaminación del Mar Menor, están causando graves daños ambientales y poniendo en riesgo la sostenibilidad de los recursos hídricos [8]. Greenpeace denuncia que el Mar Menor enfrenta una grave crisis ecológica debido a la sobreexplotación de acuíferos y la contaminación por nitratos procedentes de fertilizantes usados en la agricultura intensiva [9].
Emerge así una paradoja que inquieta: degradamos el medio que nos rodea y nutre al tiempo que precarizamos y excluimos a quienes lo preservan.
Torre-Pacheco sensibiliza sobre la importancia del respeto, la tolerancia y la convivencia pacífica, al mismo tiempo que evidencia la profunda desconexión de las personas con la tierra que habitan y su memoria histórica. La coexistencia de culturas, religiones y experiencias, lejos de dividir, es la semilla que enriquece nuestra sociedad. La herencia cultural islámica es muestra de ello, observable en los paisajes arquitectónicos que perviven en las ciudades, en las técnicas de regadío que han nutrido la agricultura durante siglos, y en otros legados tangibles e intangibles que continúan influyendo la cotidianidad actual.
Los gestos racistas e islamófobos empobrecen al conjunto de la sociedad, privándola del diálogo y de las múltiples oportunidades que la diversidad aporta, además de perpetuar una injustificable violencia sistémica que dificulta la convivencia ciudadana. La paradoja de Torre-Pacheco invita a recordar que los lugares guardan historia, que las culturas se entrelazan en la tierra y que negar la diversidad es, en esencia, negar la propia identidad.
Dice el poeta Hāzim al-Qarṭāyannī (siglo XIII) sobre Murcia y sus paisajes:
Con tanto amor, amigo mío, amé el jardín que era mi tierra, que, lejos de ella, muere mi corazón.
Esa tierra, remanso donde los ríos vienen a descansar, es la tierra de Murcia, lugar de mi esparcimiento y morada de mis alegrías.
¡Cuán agradable me era fondear en tus orillas!
¡Cuánto regocijo hallaba, y cuánta paz, en medio de tus arrayanes!
¡Cómo recuerdo la corriente de tu río, cuando la contemplaba desde aquella ribera sobre la que se alza el puente de Waḍḍāḥ!
Toda hermosura tenía sitio junto a tus aguas, entre Tabayra y Sabbāḥ.
Allí, caminando de un lado para otro, setenta millas recorríamos, entre puentes y bajo frondosísimos árboles.
…
El tiempo se repartía según las estaciones, trasladándose de un lugar a otro, como las estrellas errantes en el cielo.
El invierno se pasaba en Cartagena, resguardada de los vientos por los altos montes, junto al mar.
El verano en la fértil vega de Murcia, a la sombra de los árboles cuajados de frutos, entre alcázares y puentes.
La primavera en los campos, prados y colinas regados por las primeras lluvias.
El otoño en los baños termales, de los que tanto goza el levante español
…
Donde las innumerables norias giran como adargas movidas en la batalla por los guerreros enlorigados que son las acequias rizadas por el viento…
Y ahora nuestras miradas contemplan jardines rodeados de acequias y estanques.
Va desapareciendo el sol del atardecer, hasta que no se ve más que el borde de su corona.
Pero entonces alumbra nuestros ojos el resplandor de Qubbas (la fuente de cubas), cuya luz nos indica el camino
…
¡Oh, Murcia, cuánta gente dulce y dichosa hay entre tus arrayanes!
¡Y cuánto sosiego!
¡Cómo recuerdo la corriente de tu río alejándose de ti; o el puente de Waḍḍāḥ, que contemplaba desde la orilla elevada, aguas arriba! [10]
Julia Martínez Cano y Ainara García Sánchez
Foto de portada: Protestas el 14 de julio de 2025 en Torre-Pacheco © Olmo Blanco/Getty Images.
REFERENCIAS
[1] Reina, E. (2025, 20 de julio). Torre Pacheco, la tierra donde el melón se comió a la ultraderecha. El País. https://elpais.com/espana/2025-07-20/torre-pacheco-la-tierra-donde-el-melon-se-comio-a-la-ultraderecha.html
[2] EFEAGRO. (2025, 14 de julio). El campo español tiene 250.000 afiliados extranjeros. EFEAGRO. https://efeagro.com/el-campo-espanol-tiene-250-000-afiliados-extranjeros/
[3] González, R. (2025, julio 15). Casi el 60% de la mano de obra en el campo de la Región de Murcia es extranjera. Cadena SER. https://cadenaser.com/murcia/2025/07/15/casi-el-60-de-la-mano-de-obra-en-el-campo-de-la-region-de-murcia-son-extranjeros-radio-lorca/
[4] Cáritas (2020) Vulneraciones de derechos laborales en el sector agrícola, la hostelería y los empleos del hogar (edición actualizada 2020) https://www.caritas.es/producto/vulneraciones-de-derechos-laborales-en-el-sector-agricola-la-hosteleria-y-los-empleos-del-hogar/
[5] Portal Estadístico de la Región de Murcia (CREM). (2009). Población extranjera en Torre-Pacheco. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. https://econet.carm.es/web/crem/inicio/-/crem/sicrem/PU_TorrePachecoCifras/P8003/sec6.html
[6] Briones-Vozmediano, E., & González-González, A. (2022). Explotación y precariedad sociolaboral, la realidad de las personas migrantes trabajadoras en agricultura en España. Archivos de Prevención de Riesgos Laborales, 25(1), 18–24. https://doi.org/10.12961/aprl.2022.25.01.022
[7] Martínez Martínez, M. (2017). La identidad del paisaje: la huerta andalusí y castellana de Murcia en el siglo XIII. Historia. Instituciones. Documentos, 44, 212–241. https://doi.org/10.12795/HID.2017.I44.09
[8] González, A. (2025, julio 1). Ecologistas en Acción identifica ocho conflictos planteados por el agua en la Región, entre ellos el trasvase y el Mar Menor. Cadena SER. https://cadenaser.com/murcia/2025/07/01/ecologistas-en-accion-identifica-ocho-conflictos-planteados-por-el-agua-en-la-region-entre-ellos-el-trasvase-y-el-mar-menor-radio-murcia/
[9] Greenpeace España. (2022). Mar Menor, rehén del acuífero que contaminó el regadío. Greenpeace España. https://es.greenpeace.org/es/en-profundidad/sos-acuiferos/mar-menor/
[10] Martínez, M. (2015). La Murcia andalusí (711–1243): Vida cotidiana. Suomalaisen Tiedeakatemian Toimituksia. Annales Academiæ Scientiarum Fennicæ, Humaniora (Vol. 373). Academia Scientiarum Fennica. https://medievalistas.es/wp-content/uploads/attachments/01169.pdf
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