La frustrante situación socioeconómica llevó a Mohamed Bouazizi, un vendedor de frutas de 26 años, a prenderse fuego, como símbolo de protesta en Túnez. Como detonante de una realidad inaguantable, la población árabe se levantó en muchos países para protestar contra la autocracia y reclamar derechos y justicia.
En marzo de 2011, en Siria, unos niños son arrestados y torturados por escribir en la pared de su escuela en Daraa unos grafitis en contra del, entonces presidente, Bashar al-Ásad. La indignación popular se convirtió en protestas generalizadas contra el régimen, exigiendo la liberación de los presos políticos y reformas de todo tipo para el país. Habida cuenta de lo rápido que cayeron sus equivalentes en países vecinos como Túnez o Egipto, la respuesta de al-Ásad fue la represión, lo que degeneró en una cruenta Guerra Civil que se prolonga hasta la actualidad.
Bashar al-Ásad es hijo de Hafez al-Ásad, dictador de Siria desde el golpe de Estado de 1971. La ideología del régimen se sustenta sobre el partido Bazz, basado en el socialismo árabe, el nacionalismo y el panarabismo, su nombre podría traducirse como “renacimiento”, en alusión al resurgir de las naciones árabes tras la independencia de las potencias occidentales. Para entender esto hay que retrotraerse a la historia colonial, cuando se impulsó una lógica de división territorial y fronteriza ajena al pueblo árabe, que transformó la organización administrativa y política que anteriormente había funcionado.
El golpe de estado de Hafez al-Ásad trajo estabilidad, por primera vez desde la independencia, pero también instauró un sistema autoritario donde la represión era la norma.
Desde el siglo XVI Siria formaba parte, junto al Líbano, Jordania, Palestina y los territorios ahora ocupados por el gobierno israelí del Imperio Otomano. Tras su derrota en la I Guerra Mundial, Siria pasó a formar parte del mandato francés de Siria y Líbano y su independencia no llegó hasta después de la II Guerra Mundial. Con unas fronteras artificialmente creadas y un gobierno francés que exacerbó las diferencias y los conflictos entre una población muy dispar, lo que caracterizó los primeros años de independencia fue la inestabilidad, sucediéndose unos 20 cambios de gobiernos en tan solo los primeros 10 años.
El golpe de estado de Hafez al-Ásad trajo estabilidad, por primera vez desde la independencia. Sin embargo, también instauró un sistema autoritario donde la represión era la norma. El poder quedó centralizado, y los cargos más importantes fueron ocupados por personas afines. En un principio, el régimen atrajo abertura económica, cierta inclusión política y defensa de la diversidad religiosa. Sin embargo, la corrupción y el clientelismo no tardaron en aparecer, ni la oposición en florecer. Siendo el régimen de al-Ásad parte de la minoría alauí (en torno al 12% de la población), la mayoría suní (en torno al 70%) pronto se sintió desfavorecida, lo que desencadenó diversas acciones en contra del régimen, que fueron duramente reprimidas.
Cuando Bashar sucede a su padre tras su fallecimiento en el año 2000, se abre una esperanza de un cierto reformismo. Sin embargo, cuando comienzan las protestas en 2011, la represión de al-Ásad fue brutal, y, desde el inicio de la Guerra, Bashar ha gobernado con mano de hierro. Entonces, se va estructurando y conformado una oposición al régimen, en base a una insurgencia armada que incluye diversos grupos con intereses distintos.
Uno de los grupos más fuertes es la organización islamista Hayat Tahrir El Sham o Organización para el Levante (HTS). También, destacan en la oposición las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) o las milicias kurdas; el Ejército Nacional Sirio (SNA) que son militares que desertaron del ejército del al-Ásad; y, el Estado Islámico (ISIS), la organización yihadista que en 2014 impuso el califato incluyendo territorios de Iraq y Siria, pero con una influencia mínima en la actualidad. La oposición al régimen de al-Ásad no es una ni está organizada, sino que se caracteriza por la existencia de varios frentes abiertos y diversos conflictos entre facciones que defienden sus propios intereses, y donde también tienen cabida los intereses estratégicos de potencias internacionales, con apoyos a las respectivas partes implicadas.
En los últimos años de la guerra, el gobierno de al-Ásad estaba muy debilitado, y parecía que se había establecido un statu quo en el que el gobierno sirio estaba al frente del país, pero el control territorial quedaba dividido por zonas, estando una de ellas al mando de HTS, otra controlada por el SNA (y sostenida, en gran medida, por Turquía) y otras por las organizaciones kurdas (con el apoyo de Estados Unidos) [3]. En general, los países occidentales trataron de apoyar y armar a los grupos de la oposición, persiguiendo la caída de al-Ásad. Sin embargo, los intereses geopolíticos son cambiantes, diversos y se entremezclan.
Estos 14 años de guerra en Siria han causado más de medio millón de muertos, de los cuales se estima que más de 300,000 eran civiles [4], más de 150.000 personas han sido detenidas y desaparecidas [5], y más de la mitad de la población siria, unos 13,5 millones de personas, han tenido que abandonar sus hogares.
El 8 de diciembre de 2024 la situación en Siria cambia abruptamente cuando la oposición, liderada por HTS, consigue hacerse con el control del país en apenas 11 días y obliga a al-Ásad a huir del país. Miles de personas salieron a la calle para celebrar la derrota de al-Ásad y reivindicar libertad.
La caída del dictador ha puesto fin a más de 50 años de dictadura en el país y a una cruenta guerra de 13 años. Ahora, comienzan a hacerse públicos los crímenes de guerra, y aparecen víctimas mortales en las cárceles. De los más de 150.000 desaparecidos, solo han aparecido 20.000 personas, lo que genera un estado de desesperación [7]. Aunque en un principio los medios de comunicación de al-Ásad intentaron presentar la revuelta de “terroristas”, los vídeos transmitidos por periodistas han mostrado que el derrocamiento del régimen no se acompañó de violencia [8]. Geir Pedersen, enviado especial de la ONU para Siria, ha informado de que los grupos que ahora controlan Damasco han apelado a la protección de los civiles y a la formación de un gobierno de “unidad e inclusivo” que represente a las numerosas comunidades étnicas y religiosas del país [9].
Ya se está confirmando el nuevo gobierno, en funciones durante los próximos tres meses, con personalidades fuertes del HTS al mando, como su líder Mohammed al-Golani o el ahora primer ministro interino Mohammed al Bashir. Desde el principio, HTS estableció como objetivo la suspensión del anterior gobierno y la reconfiguración de uno nuevo basado en instituciones, así como de un “consejo elegido por el pueblo” y no donde “un único gobernador establezca decisiones arbitrarias” [11].
Los retos que se presentan a la transición siria son múltiples y diversos, habida cuenta del esfuerzo que conlleva consolidar un nuevo gobierno en un país cuyas fronteras tienen 79 años de vida, de los cuales 53 han sido una tiranía. Además, el punto de partida es complicado, ya que estos 13 años de guerra han dejado al país devastado. La economía se ha contraído un 84% de 2010 a 2023 [12] , llegando a ser reclasificado en 2018 por el Banco Mundial como un país de renta baja. La situación social es muy precaria, con pobreza extrema y un difícil acceso a oportunidades de subsistencia, con una alta inflación, inseguridad alimentaria y un empeoramiento de los servicios básicos como la salud, la educación o el saneamiento, entre otros [13].
A los múltiples retos internos a los que se enfrentan los sirios, hay que añadir los posibles obstáculos que las potencias internacionales puedan imponer. En este sentido, cabe mencionar que el gobierno israelí ya ha aprovechado el momento para expandirse en los Altos del Golán, territorio sirio ocupado desde la Guerra de los Seis Días (1967). La campaña de bombardeos israelíes ya ha destruido infraestructuras básicas y ha causado heridos civiles y víctimas mortales, lo que está siendo acusado por empeorar la situación en Siria.
Aunque existe una gran incertidumbre por lo que podría venir en el futuro, este momento es histórico para el país y su gente, y existen grandes esperanzas para el desarrollo positivo de transición siria. Hasta el momento, predomina una voluntad de unidad entre las voces sitias internas. Incluso en las zonas controladas por facciones opuestas al HTS, donde también es posible oír el eslogan de “El pueblo sirio es uno” [15]. Así parece que la voluntad primera está puesta en el logro de una transición pacífica hacia un nuevo gobierno y una constitución, en donde tengan cabida los intereses de todas las partes implicadas y que priorice al pueblo sirio.
Ainara García Sánchez
Referencias
[1] Alfarah, C. (2016) “El vacío de Siria”, 5W, 10 de noviembre de 2016. Disponible en: https://www.revista5w.com/temas/conflictos/el-vacio-de-siria-7383
[2] Cooper, K. (2017). “View of Old Aleppo”. Disponible en: https://www.instagram.com/p/BWctgpzg0l5/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==
[3] Kopel, E. (2024) “¿Cómo se derrumbó el régimen sirio?”, Nueva Sociedad, Disponible en: https://nuso.org/articulo/siria-assad/
[4] United Nations (2023): “Behind the data: Recording civilian casualties in Syria” Disponible en: https://www.ohchr.org/en/stories/2023/05/behind-data-recording-civilian-casualties-syria
[5] Ali Mustafa, W. (2024): “Cruelty, Torture, and Disappearance in Assad’s Syria: Thirteen Years and Counting” The Tahrir Institute. Disponible en: https://timep.org/2024/03/14/cruelty-torture-and-disappearance-in-assads-syria-thirteen-years-and-counting/
[6] Al Sati, A. y Al Jamaat, M. (2024): “La oposición siria regresa a Alepo: ¿qué está sucediendo en Siria?”, Baynana, 3 de diciemre de 2024. Disponible en: https://baynana.es/es/la-oposicion-siria-regresa-a-alepo-que-esta-sucediendo-en-siria/
[7]Mohammad, O. “Nuestra esperanza tiembla ante la magnitud del desafío en la Siria posterior a El Asad” El País. Disponible en: https://elpais.com/internacional/2024-12-11/nuestra-esperanza-tiembla-ante-la-magnitud-del-desafio-en-la-siria-posterior-a-el-asad.html
[8] Al Sati, A. y Al Jamaat, M. (2024): “La oposición siria regresa a Alepo: ¿qué está sucediendo en Siria?”, Baynana, 3 de diciemre de 2024. Disponible en: https://baynana.es/es/la-oposicion-siria-regresa-a-alepo-que-esta-sucediendo-en-siria/
[9] The New York Times (2024). “Siria después de Bashar al Asad: qué está ocurriendo y qué viene ahora”, 12 de diciembre de 2024. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2024/12/12/espanol/mundo/siria-futuro.html
[10] Morales, A. (2024). “El latido de Siria”. 5W. 13 de diciembre de 2024. Disponible en: https://www.revista5w.com/temas/conflictos/el-latido-de-siria-118880
[11] CNN (2024). “Syrian rebel leader says goal is to ‘overthrow’ Assad regime”, 6 de diciembre de 2024. Disponible en: https://edition.cnn.com/2024/12/06/middleeast/syria-rebel-forces-hayat-tahrir-al-sham-al-jolani-intl-latam/index.html
[12] World Bank (2024). “Syria Economic Monitor, Spring 2024: Conflict, Crises, and the Collapse of Household Welfare” Disponible en: https://reliefweb.int/report/syrian-arab-republic/syria-economic-monitor-spring-2024-conflict-crises-and-collapse-household-welfare-enar
[13] World Bank (2022). “The World Bank In Syrian Arab Republic” Disponible en: https://www.worldbank.org/en/country/syria/overview
[14] Morales A. (2024) “Libertado ocupada”, 5W. 20 de diciembre de 2024. Disponible en: https://www.revista5w.com/temas/conflictos/libertad-ocupada-119318
[15] Gómez, L. (2024). “Caen 50 años de tiranía”, El País, 9 de diciembre de 2024. Disponible en: https://elpais.com/internacional/2024-12-09/caen-50-anos-de-tirania.html?ssm=TW_CC?event_log=oklogin
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