El pasado 7 de marzo la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) asistió a la jornada “¿Qué significa ser joven y musulmana en la España de hoy?”, organizada por Ana I. Planet, Catedrática de Sociología del Islam en la UAM, con el Departamento de estudios árabes e Islámicos, y en colaboración con la Fundación Pluralismo y Convivencia. El evento se estructuró en dos partes. La primera de ellas consistió en la presentación del informe “Ciudadanía, Juventud e Islam”, a cargo de Ana I. Planet y Rafael Camarero Montesinos y la segunda, en una mesa redonda, bajo el título “Del reconocimiento de los derechos: articulación de demandas y propuestas de acción” y moderada por Johanna M. Lems, profesora e investigadora del GRAIS en la UCM.
Voces de jóvenes musulmanas: una fuerza dinamizadora para el cambio social
El informe “Ciudadanía, Juventud e Islam. El asociacionismo de los jóvenes musulmanes en España” es resultado del proyecto de investigación “Ciudadanía, Juventud e Islam”, desarrollado a través de un Convenio de colaboración entre la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Pluralismo y Convivencia. El informe representa una alineación entre la investigación académica y la acción ciudadana, tal y como indicó Inés Mazarrasa, Directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, quien consideró que trabajar el hecho religioso desde jóvenes musulmanes y musulmanas permite el contacto con la realidad cotidiana de ciudadanos y ciudadanas.
Partiendo de la realidad plural de la sociedad española, el informe da cuenta de la diversidad de creencias religiosas y de las múltiples prácticas y acciones que se derivan de ellas. Con la finalidad de ampliar el conocimiento sobre esta realidad social, el proyecto va más allá del estudio de las prácticas religiosas y culturales, asociadas tradicionalmente al islam, para poner el foco en el ámbito de la participación ciudadana y las iniciativas asociativas lideradas por jóvenes musulmanes y musulmanas. De esta forma, el proyecto busca acceder a los espacios de asociacionismo de estos jóvenes para conocerlos, con la intención de contribuir a la mejora de las políticas públicas asociadas a la gestión del pluralismo religioso en España.
Ana I. Planet y Rafael Camarero puntualizaron que, “a pesar de que el ámbito de búsqueda de los espacios de expresión ciudadana y de las actividades desarrolladas en comunidad no ha sido especialmente trabajado, existen voces muy potentes de jóvenes musulmanes y musulmanas en el tejido asociativo español”. Para acceder a esas voces, el proyecto hizo un trabajo de identificación de espacios de encuentro de jóvenes musulmanes y musulmanas para, posteriormente, iniciar una serie de conversaciones a partir de las que conocer las inquietudes y los discursos internos de estos jóvenes. De las conversaciones se observa una heterogeneidad y dinamismo en la juventud musulmana, así como una pluralidad de experiencias asociativas. Aun así, una de las características más notables que se extraen en el informe es el alto grado de participación de las mujeres. Destacan tanto las asociaciones promovidas únicamente por y para mujeres musulmanas como el importante rol que muchas ejercen en las distintas iniciativas. Son, por tanto, las mujeres musulmanas las que protagonizan la lucha por el cambio social.
Como puntos en común entre la mayoría de las asociaciones aparece la cuestión de la identidad como preocupación principal. Sobre todo, en las primeras asociaciones, porque en las más recientes representa una puerta de acceso a otras cuestiones más materiales que afectan a la juventud musulmana. Otro punto en común es la reivindicación por ocupar el espacio público en igualdad de condiciones, respondiendo muchas de las asociaciones a la lógica de búsqueda y creación de un espacio seguro y propio. Asimismo, la práctica totalidad de las asociaciones comparten unas mismas dificultades, que se relacionan con la financiación económica, la comunicación con las instituciones públicas, las trabas administrativas o la necesidad de ejercer un voluntariado muy comprometido.
Por otro lado, la lucha contra la islamofobia es también una constante en las asociaciones juveniles. Sin embargo, esta se enfoca, principalmente, desde dos tendencias. Una de ellas es la lucha antirracista mientras que la otra se relaciona exclusivamente con los derechos religiosos. En cualquier caso, el informe da cuenta de que la lucha contra la islamofobia no es una prioridad, sobre todo en comparación con otros aspectos que afectan directamente a la cotidianidad de los jóvenes. En esta definición de prioridades, Rafael Camarero apuntaba cómo muchas de las prioridades de la juventud musulmana son extrapolables a otros grupos de la sociedad, constituyéndose, de esta forma, el movimiento asociativo de la juventud musulmana como punta de lanza del movimiento por el cambio social que se vive en España y que afecta a muchos ámbitos.
Muchas de las prioridades de la juventud musulmana son extrapolables a otros grupos de la sociedad, constituyéndose, de esta forma, el movimiento asociativo de la juventud musulmana como punta de lanza del movimiento por el cambio social que se vive en España y que afecta a muchos ámbitos.
A modo de conclusión, se recalcan los cuatro ejes en los que se articulan las prioridades de los jóvenes musulmanes y musulmanas en España. En primer lugar, aparece la cuestión del ocio seguro, no solo porque la juventud reclame pasárselo bien, sino porque también es el punto de encuentro de muchas asociaciones. En segundo lugar, la juventud musulmana se mostraba consciente de vivir en una sociedad que no la conoce y reivindicaba el reconocimiento social como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho. En tercer lugar, se presenta la cuestión de la educación y la igualdad de oportunidades, así como la preocupación por la desigualdad económica y la inserción en el mercado laboral. Finalmente, la última prioridad tiene que ver con los derechos religiosos y con la reivindicación de ocupar el espacio público, la enseñanza de la religión islámica en las escuelas y la disponibilidad de mezquitas y cementerio musulmanes.
El asociacionismo a debate
En la segunda parte del evento se celebró una mesa redonda, en la que se debatieron diversas cuestiones sobre el asociacionismo de jóvenes musulmanes y musulmanas, así como otros aspectos relacionados con ser mujer y musulmana en España. Participaron Fátima Charkaoui, docente de emprendimiento empresarial y orientación laboral; Maysoun Douas, Doctora en física, concejala del Ayuntamiento de Madrid, creadora de Startup Commission; Khaula Kamouni, maestra de educación infantil; Zenib Laari Inoune, filóloga, educadora social y deportista; Lucía Sáez Risueño, de la Asociación G-Chime; Layla Taouati, investigadora predoctoral en el Departamento de Estudios Árabes e Islámicos en la UAM y Sabrin Yermak, consultora en asuntos públicos en Kreab.
En una primera ronda de preguntas, Khaula Kamouni iniciaba el diálogo reconociendo la carga de trabajo existente tras el entorno asociativo, y vinculó la construcción de espacios comunitarios a un arduo trabajo. En este sentido, indicaba que no se mantienen solos y que hay que “hacer malabares para buscar la manera de seguir en las asociaciones”. Esta opinión fue compartida por la gran mayoría de las participantes. Por ejemplo, Fátima Charkaoui indicaba que “si tu puesto de trabajo no es flexible, hay veces que, por mucho que algo te apasione, no se le puede dedicar tiempo”.
En esta línea, Maysoun Douas habló de la necesidad de profesionalizar el trabajo asociativo para que pueda ser sostenible a la vez que genere impactos positivos. Asimismo, remarcó la importancia del emprendimiento social, y mencionó iniciativas como las de Ashoka o Google Foundation. También Lucía Sáez reivindicó la necesidad de profesionalización, a partir de la experiencia de su propia organización, G-Chime, y manifestó la importancia de profesionalizar el acompañamiento para no replicar la discriminación exterior. Asimismo, se posicionó de forma crítica frente a otros espacios y alentó a la no participación en espacios discriminatorios.
Son, por tanto, las mujeres musulmanas las que protagonizan la lucha por el cambio social.
Layla Taouati habló de la Asociación Sobre los Márgenes, a la que pertenece, presentándola como una forma de acompañamiento desde la experiencia. Asimismo, junto a Zenib Laari Inoune, manifestó la importancia de espacios en los que compartir una identidad. Más concretamente, Zenib argumentó que “la adolescencia es una etapa muy crítica en la que aparecen las primeras crisis identitarias, ya que muchos de los jóvenes viven entre dos realidades, una familiar y comunitaria y otra social”. En este sentido, apuntaba que “la emergencia de los espacios asociativos es crucial como lugares en los que desarrollar una identidad propia y fluida, sin inquisiciones de ningún tipo”.
Paralelamente, Sabrin Yermak contaba su historia vital como mujer musulmana nacida en un pueblo pequeño donde no existía el asociacionismo. Comentó la dificultad de vivir a caballo entre dos mundos y lo mucho que le hubiese gustado pertenecer a alguna asociación durante su adolescencia. Asimismo, reivindicó la importancia del conocimiento religioso, y consideró que las asociaciones cumplen un rol fundamental en su difusión. Añadía que con el conocimiento “te das cuenta de que puedes tener tu propio islam”, y que “lo bonito del islam es encontrar tu relación particular con Dios”.
En este punto del debate, Johanna M. Lems lanzó las siguientes preguntas: “¿quién puede ayudar desde fuera?, ¿qué aliado necesitáis?” A lo que Fátima Charkaoui contestó que “las problemáticas vienen cruzadas por muchos ejes, pero quienes tienen las iniciativas suelen ser las víctimas”. De esta forma, señalaba que las instituciones deberían intervenir, sobre todo, con cuestiones de financiación que no pueden salir de los bolsillos de particulares. Fátima también apuntó la existencia de un racismo estructural e institucional que implica el no reconocimiento del problema, y que era muy difícil de combatir a partir de iniciativas particulares porque “si no se reconoce, no se soluciona”.
«Las problemáticas vienen cruzadas por muchos ejes, pero quienes tienen las iniciativas suelen ser las víctimas”.
Por otro lado, Zenib Laari Inoune señaló los problemas internos de la Comisión Islámica de España, cuestionando su relación con la comunidad islámica. En relación con esto, Layla Taouati lanzó una reflexión en torno al concepto de comunidad, preguntándose si “realmente queremos formarnos como comunidad”. Paralelamente, Maysoun Douas, tras reconocer el mal funcionamiento de la Comisión y la necesidad de reformas, instó al activismo particular y asociativo para aquellas cuestiones de un calado más sociopolítico. En esta misma línea, Mercedes Murillo, Subdirectora General de Libertad Religiosa, intervino para puntualizar la cualidad religiosa de la Comisión Islámica y sus límites de actuación en ámbitos como el de las cuestiones sociales.
Derechos religiosos y labor de pedagogía
Al final de la mesa las participantes comentaron el problema de la falta de conocimiento sobre los derechos religiosos, así como la necesidad de hacer una labor de pedagogía. En esta línea, Sabrin Yermak añadió que “lo que predomina en los tiempos de ahora es el discurso de odio, en el que habría que focalizar la atención”. Afirmaba así que “es labor de todos asumir la responsabilidad de participación y activismo político e interactuar con las instituciones públicas, porque la acción política es la que hace que cambien las cosas.” Con ello, la mesa concluyó apelando a la importantísima labor del activismo y el asociacionismo de los jóvenes musulmanes y musulmanas, así como reconociendo la carga de trabajo existente tras cada proyecto e iniciativa con voluntad de cambio social.
El desarrollo de la Jornada permitió, por un lado, conocer las principales conclusiones del proyecto de investigación “Ciudadanía, Juventud e Islam” y, por otro lado, fue una oportunidad para escuchar las voces de mujeres musulmanas con experiencia en el asociacionismo juvenil español. Con ello, cabe considerar la existencia de una agenda creada por jóvenes musulmanes y musulmanas que reclaman incorporar su religión a la ciudadanía como forma de vida, y que se levantan contra la estigmatización, la discriminación y la islamofobia. Cabe insistir también en la importancia de las mujeres en esta lucha, siendo ellas quienes más predisposición muestran en la reivindicación de una ciudadanía en igualdad de condiciones y derechos.
Consulta el informe completo aquí
Ainara García Sánchez
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