A lo largo de los últimos meses, el periódico El País, en colaboración con la obra social BBVA aprendemos juntos, ha publicado una serie de conferencias, de vídeos motivacionales destinado a la transmisión de valores positivos y la reflexión. Entre ellos, destaca este discurso de Muzoon Almellehan, refugiada siria y embajadora de Unicef, en el que narra su historia y explica las razones de su activismo por la educación.
A través del vídeo, Muzoon transmite una idea que ha constituido un pilar básico de la Fundación de Cultura Islámica desde su creación y que nos esforzamos por transmitir a través de nuestro proyecto de “Twistislamophobia, porque las diferencias suman”. Ésta es: la importancia de la educación. La educación como pilar esencial para el desarrollo propio y el entendimiento mutuo, que permite superar barreras e imaginar realidades alternativas, y se convierte así en la mejor forma de activismo.
Esta educación desempeña un papel fundamental cuando pensamos en los niños (pero también los adultos) refugiados, puesto que, como afirma Munzoof:
“Cuando negamos a los niños y a las niñas su derecho a la educación, les impedimos que tengan esperanza, que alcancen sus metas y que algún día puedan volver a sus países para reconstruirlos.”
La educación es lo que permitirá que estos refugiados puedan construirse un futuro mejor, y, con suerte, contribuir a la transformación y reconstrucción de sus países si pueden y deciden volver a sus países de origen. Es por este motivo que, como concluye la ponente, la educación se convierte en uno de los derechos fundamentales más importantes.
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