El pasado 19 de marzo, la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) participó y co-organizó el panel “Countering Islamophobia in Spain”, junto a Casa Árabe y la Fundación SETA. La actividad, que fue inaugurada por Pedro Martínez-Avial, Director de Casa Árabe y por Encarna Gutiérrez, Secretaria General de FUNCI, tenía por objetivo presentar el Informe Europeo sobre Islamofobia 2017 (European Islamophobia Report 2017). En nombre de la FUNCI participó Alfonso Casani, investigador de la Fundación, que habló de la reescritura de la Historia y su uso político por parte de la extrema derecha, así como de la labor ejercida por los proyectos Twistislamophobia y el Centros de Estudio sobre el Madrid Islámico contra este peligro. A continuación, reproducimos su intervención completa (originalmente en inglés):
El objetivo de esta comunicación es profundizar en el uso de la Historia con fines políticos y su relación con el aumento de islamofobia en España, todo ello enmarcado en el contexto político y electoral que está viviendo el país en la actualidad. Esta aproximación nos permitirá comprender, además de la formulación de las narrativas islamófobas empleadas en la actualidad, la función de la Fundación de Cultura Islámica en la lucha contra este tipo de discriminación, a través del proyecto Twistislamofobia y del más reciente Centro de Estudios sobre el Madrid Islámico.
Esta contribución se enmarca, de hecho, en el proyecto Twistislamophobia. Esta rama de la FUNCI, en la que trabajamos desde 2015, y que ha podido desarrollarse gracias a la financiación de la Obra Social La Caixa, tiene por objetivo desarrollar contra-narrativas contra la Islamofobia, o racismo antimusulmán. A través de estas contra-narrativas, se pretende desmontar algunos de los prejuicios y estereotipos sobre los que se construye esta forma de discriminación y discurso del odio, además de combatir la manipulación o, directamente, la creación de hechos históricos y noticias por parte de los poderes políticos.
Desde esta perspectiva, nos gustaría centrarnos en dos aspectos: en primer lugar, en el continuo proceso de reescritura de la Historia que se está llevando a cabo en España y que ocupa un rol cada vez más importante en el ciclo electoral en el que nos encontramos ahora mismo. En segundo lugar, hablaremos del efecto que esta narrativa histórica y el contexto electoral están teniendo sobre los distintos partidos políticos que participan en las elecciones.
La Reconquista como arma política
Aunque el propósito de esta comunicación es proporcionar ejemplos reales de las narrativas que se están desarrollando, es necesario clarificar que con re-escritura de la Historia, nos estamos refiriendo al concepto de “invención de la tradición”, célebremente desarrollado por el historiador británico Eric Hobsbawm, el cual, someramente, se refiere a la reescritura de la Historia como medio para legitimar la realidad y objetivos actuales.
Este uso de la Historia con fines políticos se hace patente, en España, en el uso de la noción de Reconquista como arma electoral, y en la legitimidad simbólica que esta parece otorgar a sus usuarios.
Como bien saben, la Reconquista se refiere a la campaña lanzada por los reinos cristianos contra los musulmanes durante el periodo de al-Ándalus, que llegó a su fin tras la toma de Granada en 1492. El concepto, sin embargo, no se formuló en ese momento, en el que la conquista de tierras era entendida como una mera lucha de poder con los reinos colindantes, sino en el s. XIX, con el auge del Romanticismo y el surgimiento del concepto de nación. Así, se trata de un concepto predominantemente patriótico –como proyecto de unificación del país– y católico –como principal fuerza ideológica y elemento de unión durante la campaña–, además de identificar un enemigo común: el islam, y los musulmanes como fuerza invasora. Como afirmó el expresidente José María Aznar a mediados del 2000: “Ningún musulmán me ha pedido perdón por ocupar España durante 8 siglos.”
La Reconquista se ha convertido en una idea mesiánica, que permitirá recuperar una España cuya identidad se ha perdido bajo la influencia de la crisis económica, la corrupción política, el separatismo y la difusión de una identidad multicultural.
La razón por la cual este concepto ha vuelto a salir a la luz, como pueden imaginarse, es el auge de la extrema derecha en España, ejemplificada en la llegada de VOX al Parlamento andaluz en las elecciones de diciembre de 2018. La noción de Reconquista ocupó un lugar fundamental en su campaña, tanto en la narrativa del partido como en sus medios audiovisuales, bajo el eslogan de “la Reconquista comienza en el Sur”. De este modo, se convierte en una idea mesiánica, que permitirá recuperar una España cuya identidad se ha perdido bajo la influencia de la crisis económica, la corrupción política, el separatismo y la difusión de una identidad multicultural, a través de la inmigración y la integración de sus prácticas y tradiciones. Sólo la recuperación de esta identidad, católica, patriótica y unionista, podremos volver a “hacer a España grande otra vez”.
Como se puede observar en el siguiente tweet, VOX celebró su resultado electoral con el lema:
“Somos la Reconquista y hemos venido para quedarnos”.
🔴🗳️ ¡VOX triunfa en Andalucía! 12 escaños y el fin del régimen socialista
🇪🇸 La #EspañaViva hace historia y demuestra que el cambio es posible. La Reconquista comienza en tierras andaluzas y se extenderá en el resto de España
📣 #AndalucíaPorEspaña pic.twitter.com/aB4XgKWXXU
— VOX Noticias 🇪🇸 (@voxnoticias_es) December 2, 2018
El problema, por supuesto, es que no se trata sólo de una estrategia dialéctica, sino que ésta debe traducirse en su acción sobre el terreno. De este modo, como condición para apoyar al candidato del Partido Popular, Juanma Moreno, se firmó una hoja de ruta de 37 puntos, entre los que podemos destacar –por su relación con el tema que nos atañe– los siguientes tres puntos:
- Cumplir con la legislación vigente en materia de inmigración, evitando todas aquellas decisiones que puedan favorecer un “efecto llamada” y combatir a las mafias que trafican con personas.
- Apoyar material, humana y documentalmente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tienen encomendada la protección de las fronteras, garantizando una inmigración ordenada, legal, respetuosa con nuestra cultura occidental, vinculada siempre al mercado laboral.
- La Junta de Andalucía colaborará con todos los medios a su alcance para prevenir la amenaza del fundamentalismo islámico.
Estas medidas dejan un amplio espacio de maniobra, sobre todo si tenemos en cuenta lo abstracto de los conceptos que formula, entre ellos, las “decisiones que puedan favorecer un ‘efecto llamada’”, “inmigración … respetuosa con nuestra cultura occidental”, o “todos los medios a su alcance (para prevenir la amenaza del fundamentalismo islámico)”. Cualquiera de ellos podría llegar a justificar una violación de los derechos de inmigrantes y extranjeros, así como una regresión de los derechos humanos y, más concretamente, de los extranjeros en el país. Esto pudo verse en su primera medida real, la demanda de acceso a la información de los 52.000 inmigrantes indocumentados registrados en la Consejería de Salud, con el propósito de repatriarlos.
El efecto dominó
El objetivo de esta comunicación no es sólo destacar algunos de los ejemplos del aumento de la xenofobia entre la extrema derecha española, sino que también pretende alertar del efecto polarizador que está teniendo sobre el escenario político.
Desde esta perspectiva política, y en el marco de las múltiples elecciones que aún quedan por celebrar, el miedo de los partidos conservadores de perder votos ante el auge de VOX les está conduciendo a posicionarse cada vez más a la derecha. Se observa así una competición por el voto de la extrema derecha, y la creciente adopción de posturas políticas con respecto a la inmigración o los aspectos relacionados con la identidad nacional.
El miedo de los partidos conservadores de perder votos ante el auge de VOX les está conduciendo a posicionarse cada vez más a la derecha.
Como ejemplo, podemos destacar las recientes declaraciones de Juanma Moreno (PP), nuevo presidente electo de la Junta de Andalucía, que, tras su victoria electoral, confirmó su intención de fomentar una inmigración organizada y coordinada, ligada al mercado de trabajo y que evite el “efecto llamada”.
De igual modo, si nos remontamos a la crisis del barco Aquarius, en 2018, Pablo Casado, presidente del Partido Popular, alertó en aquel momento: “No es posible que haya papeles para todos y que España pueda absorber millones de africanos”, alimentando las noticias falsas según las cuales “Hay estudios policiales que dicen que hay un millón de inmigrantes en las costas libias que están planteándose una nueva ruta a través de España» o “Hay ONGs que calculan que hay 50 millones de africanos que están recabando dinero para poder hacer esas rutas”.
Es más, en lo que respecta a la identidad nacional, afirmaba: “o los inmigrantes respetan las costumbres occidentales o se han equivocado de país” […] “Aquí no hay ablación de clítoris, aquí no se matan los carneros en casa y aquí no hay problema de seguridad ciudadana”.
Por su parte, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, alertaba de las posibles consecuencias de la “política de buenismo” llevada a cabo por el gobierno en lo referente a la inmigración.
La narrativa de la Reconquista
Lo mismo ha ocurrido con la narrativa en torno a la Reconquista, como una forma idealizada de patriotismo, que ha reflejado la competición entre los distintos partidos políticos para tratar de capitalizar esta noción.
De hecho, tras las elecciones andaluzas, Pablo Casado (PP) recogía el eslogan de la Reconquista, afirmando: «Vamos a empezar la reconquista de España, la de un gobierno sensato que defienda la unidad nacional, la creación de empleo y la preservación del Estado del Bienestar.»
El lema se complementó con una visita a la Cruz de la victoria de la Catedral de Oviedo, “un emblema de la Reconquista”.
Otro ejemplo son sus declaraciones, el pasado 12 de octubre, sobre la importancia de la Hispanidad, cuando se refirió a la controvertida conquista de las Américas por parte de las tropas españolas como: “la etapa más brillante no de España, sino del hombre, junto al imperio romano”, ya que “ninguna nación centenaria ha hecho más por la humanidad que descubrir un nuevo mundo y cambiar la Historia para siempre”.
Hoy he podido ver la Cruz de la Victoria que está en la Catedral de Oviedo, una joya emblema de la Reconquista. Vamos a empezar la reconquista de España, la de un gobierno sensato que defienda la unidad nacional, la creación de empleo y la preservación del Estado del Bienestar. pic.twitter.com/3Vj1Fw2hnL
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) March 5, 2019
La necesidad de contra-narrativas
De igual modo que citaba entre nuestros esfuerzos por combatir la islamofobia el proyecto de Twistislamophobia, me gustaría terminar destacando nuestra labor en el Centro de Estudios sobre el Madrid Islámico. Este Centro, creado en el año 2017, tiene por objetivo recuperar el patrimonio material y cultural, casi desconocido, de Madrid, en tanto única capital europea de origen islámico. A través de este proyecto, y trascendiendo su importante labor cultural, esperamos recuperar una parte de nuestra Historia, de forma que sirva como un instrumento a través del cual construir puentes entre civilizaciones, difuminando las distinciones entre “ellos” y “nosotros” y enfatizando los vínculos históricos y culturales que compartimos.
Volviendo una última vez a la cuestión de la Reconquista, podemos concluir preguntándonos, ¿cómo es posible reconquistar algo que no se había construido todavía?
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