La noticia de la conversión al islam de un político islamófobo holandés ha copado hace poco a los titulares, sorprendiendo a los lectores y reflejando la necesidad de conocer una religión antes de criticarla (como suele ser el caso del islam, que a menudo genera sospechas y prejuicios entre la población occidental).
El diputado holandés Joram van Klaveren había sido miembro del partido de extrema derecha Partido de la Libertad (PVV) hasta 2014, un partido conocido por su hostilidad hacia el islam y su oposición a la presencia de musulmanes en Holanda. Es más, había sido la mano derecha de Geert Wilders, líder del PVV y una de las voces más destacadas contra la inmigración musulmana en Europa y lo que él denomina la “islamización” del continente. A lo largo de su carrea política ha exigido la prohibición de las mezquitas y el hijab, además de querer limitar la inmigración musulmana al continente. De hecho, recientemente, ha sido condenado por delitos de odio e incitación a la discriminación, tras haber realizado un llamamiento a la expulsión de los marroquíes de Holanda, y haber amenazado con tomar cartas en el asunto si no se solucionaba el problama. Presuntamente, esta es una de las razones por las que van Klaveren abandonó el partido.
Como afirma van Doom, es fácil caer en los prejuicios y estereotipos promovidos por los medios de comunicación y por una parte de una sociedad llena de miedos.
Sorprendentemente, la conversión de van Klaveren se produjo cuando comenzó a estudiar el Corán para publicar un libro sobre la violación de derechos humanos en el islam, y la amenaza que esta religión supone para Occidente. Como ha justificado más tarde, sus prejuicios han demostrado ser erróneos. Es más, ha añadido que culpar al islam de todos los problemas de Europa era parte de la línea del partido y de la agenda política que está implementando.
El libro sobre los males del islam ha dado, así, un giro radical, reflejado en su nuevo título From Christianity to Islam in the Time of Secular Terror (Del cristianismo al islam en la época del terror secular).
Otros casos similares alrededor del mundo
Pero éste no ha sido el único caso en saltar últimamente a la primera plana. El mes pasado, enero de 2019, Arthur Wagner, miembro del partido de extrema derecha alemán “Alternative für Deutschland”, decidió, también, abandonar el partido y convertirse al islam. Durante los últimos años, Alternative für Deutschland ha lanzado varias campañas contra la “islamización de Alemania” y la presencia de musulmanes en el país. Aunque no ha explicado públicamente las razones de su conversión, sí ha confirmado su veracidad y ha abandonado el partido.
Algo parecido ocurrió con Arnoud van Doom en 2013. Al igual que van Klaveren, se trata de un antiguo miembro del Partido de la Libertad (PVV) holandés y consejero de Wilders, expulsado del partido tras convertirse al islam y viajar a Arabia Saudí para realizar la peregrinación (hajj).
En el siguiente vídeo expone las razones de su conversión, así como la postura radical previamente mantenida. Como explica, es fácil caer en los prejuicios y estereotipos promovidos por los medios de comunicación y por una parte de una sociedad llena de miedos. [Es posible habilitar los subtítulos en las opciones de vídeo, en la parte inferior, derecha de la pantalla.]
No es difícil encontrar otros casos similares. El siguiente vídeo, un fragmento de las noticias locales estadounidenses, muestra el caso de dos manifestantes anti-islam, cuyas opiniones cambiaron radicalmente cuando les invitaron a visitar la mezquita contra la que estaban protestando. Como explican en el vídeo, les sorprendió la tolerancia y amabilidad que les mostraron los musulmanes en su interior, así como su deseo de explicar qué es realmente el islam. Después de que esto ocurriese, no solo han rechazado sus posturas islamófobas, sino que se han mostrado dispuestos a visitar de nuevo la mezquita y continuar conociendo a la comunidad musulmana.
¿Qué nos muestra todo esto?
Los casos descritos nos conducen a preguntarnos, ¿qué es lo que está ocurriendo realmente? La respuesta parece trascender el islam, y apunta a los prejuicios, el racismo y, sobre todo, la falta de conocimientos que tiene la sociedad. Como explica van Doorn en su conferencia, es fácil ser presa del miedo que experimenta una parte de la población, convenientemente explotado por algunos medios de comunicación y partidos políticos para justificar los problemas a los que la sociedad se enfrenta actualmente. También es más fácil construir muros que derribarlos.
Todo ello nos recuerda la necesidad de promover una sociedad abierta y educada, en el que todas las comunidades y religiones puedan conocerse y entenderse, de forma que descubran todas las mentiras, exageraciones y generalizaciones que contienen los estereotipos.
Alfonso Casani – FUNCI
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