La Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia (PCCI) acaba de publicar su “Informe anual de la islamofobia en España 2017”. A lo largo del mismo, esta Plataforma, que forma parte de nuestra red Twistislamophobia, realiza un diagnóstico de la islamofobia existente actualmente en el país, recoge los principales sucesos ocurridos y sistematiza las principales tendencias discriminatorias y delitos de odio existentes.
En total, la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia ha registrado 546 incidentes de islamofobia: 160 incidentes offline y 386 incidentes online . Esta cifra recogida ignora los incidentes «menores» que se producen en el día a día (comentarios, miradas, empujones…) y que, sin embargo, tienen un fuerte impacto sobre las personas que sufren este tipo de discriminaciones en su vida cotidiana. De igual modo, como especifica el informe, aunque se hayan etiquetado los incidentes online como casos “de baja intensidad”, estos no deben ser considerados triviales, y la acumulación diaria de los mismos acaba por incidir de manera muy negativa en la población musulmana y en la convivencia.
En un contexto internacional influenciado por los distintos atentados terroristas ocurridos en Europa y reivindicados por Daesh, el informe constata un aumento del ciberodio y del discurso islamófobo entre políticos y medios de comunicación. Estos inciden, a menudo, en argumentos defensores de la teoría del choque de civilizaciones e, incluso, de un choque entre religiones, además de mantener una postura negacionista con respecto al legado islámico de España.
De igual modo, desde Twistislamophobia hemos insistido en la importante responsabilidad que tienen los medios de comunicación como generadores de opinión y tendencias entre la población. Desde esta perspectiva, el informe de la PCCI denuncia los siguientes comportamientos por parte de los medios:
- Vinculación islam-terrorismo.
- Falta de fuentes o enlaces en afirmaciones muy graves.
- Exceso de generalizaciones.
- Constante estigmatización en los titulares, a través del uso de “segundas” y “terceras generaciones” de inmigrantes de países de mayoría musulmana.
- Constante estigmatización de inmigrantes de países de mayoría musulmana.
- Extranjerización de dos millones de musulmanes en España.
- Desconocimiento y omisión de los Acuerdos de Cooperación del Estado español con la Comisión Islámica Española de 1992. A menudo, cuando se anuncia la puesta en marcha de unas clases de religión, acceso a comida halal en las escuelas, etc. los autores lo presentan como una “exigencia de los musulmanes”.
Desde la perspectiva contraria, se menciona el debate existente en torno a la necesidad de unas redes sociales más controladas y orientadas a reducir los delitos de odio, así como la publicación en la prensa de las resoluciones judiciales sobre los delitos de odio, una práctica poco común hasta ahora.
Buenas prácticas
Por último, el informe también recoge una serie de buenas prácticas e iniciativas impulsadas por las administraciones y cuerpos del Estado con el fin de prevenir los delitos de odio y discriminación y normalizar los aspectos relacionadas con la población musulmana.
Entre éstas, destacan la creación de Unidades u Oficinas de Delitos de Odio, o Unidad de Gestión de la Diversidad (UGD), por parte de las autoridades o fuerzas de seguridad; las recomendaciones emitidas por los gobiernos autonómicos para evitar que se impida el acceso a los centros educativos a las musulmanas con hiyab; el desarrollo de un cuestionario orientado a las víctimas de delitos de odio por parte del Ministerio de Interior, con el propósito de profundizar en sus causas y consecuencias; las campañas de sensibilización impulsadas por los Ayuntamientos de Valencia y Barcelona y la creación de la asignatura “Tolerancia y Respeto” en la Educación Secundaria, entre otras.
Puede consultarse y descargarse el informe a continuación:
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