Con motivo del comienzo de Ramadán, recuperamos una noticia de nuestra página web de la Fundación de Cultura Islámica, que responde a las principales dudas que asaltan a los no musulmanes cada año, cuando comienza este mes. Esta breve explicación, elaborada por la Asociación Belga de Profesionales Musulmanes, espera contribuir a un aumento de la comprensión del Ramadán en Occidente y facilitar la convivencia y empatía entre aquellos que ayunan y quienes mantienen el ritmo de vida habitual.
Al trabajar en un entorno en el que el ayuno ya no forma parte de los usos y costumbres desde hace décadas, si no siglos, cuántos de nosotros no se han enfrentado, año tras año, a las eternas preguntas, a las caras de sorpresa y al “qué valiente ¡yo nunca podría hacerlo!”, o incluso a las miradas de lástima o condescendencia en el ámbito profesional.
La ABPM (Asociación Belga de Profesionales Musulmanes) ha preparado, con un poco de humor, una lista de preguntas/respuestas, las Frequently Asked Questions (FAQ), que podéis enviar a todos vuestros compañeros, o incluso colgarlo en vuestro despacho, para evitar, este año, los largos interrogatorios sobre por qué tienes un aspecto un poco más delgado que de costumbre…
El Ramadán es…
El “Ramadán” es un mes, el noveno mes del calendario musulmán.
Es, ante todo, un mes espiritual, que se centra en el “podemos: mejorar, acercarnos a Dios, ayudar al prójimo, sentirnos parte de una comunidad solidaria y unida por la fe…”, más que en el “no podemos: comer, beber, fumar, maquillarnos…”. Se trata, por lo tanto, de un mes de júbilo, de espiritualidad y de buenos actos, más que de un mes de privaciones.
¿No es demasiado duro?
¿Crees que nunca podrías hacerlo?
Vamos a dejar una cosa clara, los musulmanes no son superhéroes, ni camellos que mantienen una reserva de agua que les permite aguantar toda la jornada sin beber. Todo el mundo puede hacerlo, no es más que una cuestión de voluntad y, también, de fe, además de un poco de costumbre.
Pero seamos sinceros, sí, no siempre es fácil. Algunos días son más duros que otros, sobre todo cuando los días son largos.
¿Ni beber?
¡No! Pero, de nuevo, no es lo más importante.
¿Por qué ayunan los musulmanes?
El ayuno durante el mes de Ramadán es uno de los cinco pilares del islam. El ayuno se estableció durante este mes ya que fue durante el Ramadán cuando comenzó la revelación del libro sagrado de los musulmanes –el Corán– al Profeta Mohammed (el último Profeta, conforme a la fe musulmana). El Corán establece que todos los buenos musulmanes deben ayunar durante este mes, todos los años (Corán 2:185 [capitulo 2 Al-Baqarah, versículo 195]).
El ayuno está orientado, en primer lugar, a la recitación total del Corán cada tarde en un rezo colectivo (“Tawarih”) hasta el final del mes. También es un mes de misericordia y de celebración de la gracia de Dios que reúne a toda la comunidad musulmana.
Sí, pero, durante el mes de Ramadán, ¿no podéis…?
Eso es, durante el mes de Ramadán no podemos comer ni beber, ni tener relaciones sexuales entre el alba y la puesta de sol. Es decir, durante este mes, la pausa para el café o la comida será solo eso, una pausa.
Más allá de la privación mensual de los placeres humanos, alentada por Dios durante todo el año, se trata de un mes en el que el creyente trata de mejorar como persona, conteniendo sus aspectos más negativos: la mentira, la hipocresía, el egoísmo…
La privación de los placeres humanos también es una manera de que el creyente recuerde que la saciedad cotidiana solo es posible para una pequeña parte de la comunidad. De este modo, se enfatiza la necesidad de compartir y de justicia.
¿El alba…?
Sí, el alba no es lo mismo que la salida del sol. Hay que recordar que el alba es el comienzo del resplandor del día en el cielo, aproximadamente dos horas antes de que el sol salga por completo.
Pero, ¿cuándo empieza el Ramadán?
Comienza cuando lo indique la luna, ya que el Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, que es un calendario lunar. Es por ello que las fechas varían cada año (en el calendario solar), si tenemos en cuenta que el año lunar (354 días) es más corto que el año solar (365 días).
Estamos en el año 1439 conforme al calendario musulmán, calendario que comienza con el exilio (la “hégira”), en el año 622 (del calendario solar) del Profeta Mohammed de la Meca a Medina (en la actualidad, ambas pertenecientes a Arabia Saudí).
¿Por qué no se fija una fecha concreta para el Ramadán? Sería más fácil, ¿no?
Es fijo en el calendario musulmán, pero no en el gregoriano. Y no, no sería más sencillo, al contrario, ¡es una bendición! Como el año lunar es más corto, el mes de Ramadán retrocede, aproximadamente, 11 días cada año solar, con lo que varía de época y estación. Esto permite que las distintas comunidades de musulmanes puedan disfrutar de jornadas de distinta duración. Si el Ramadán siguiese el calendario solar, nos iríamos cada año a lo más lejano del hemisferio norte, donde los días son más cortos.
¿Es el Ramadán la “cuaresma de los musulmanes”?
No, en absoluto. A continuación, recogemos las principales diferencias:
- El Ramadán es, sobre todo, un mes del calendario musulmán. La palabra “cuaresma” procede del latín quadragesima, en castellano “cuadragésimo”, en referencia a la Pascua, que termina la cuaresma.
- El mes de Ramadán marca el inicio de la revelación divina del Corán a los musulmanes. La cuaresma, en su origen, era el momento en que los adultos que iban a ser bautizados en las Pascua recibían una formación intensiva. Pronto, el resto de cristianos comenzó a considerar este tiempo como un momento de reflexión y profundización en su propio bautismo, en su compromiso de seguir a Cristo resucitado.
- Ramadán se guía por el calendario musulmán, que es lunar. La cuaresma sigue el calendario gregoriano, que es solar.
- Ramadán dura entre 29 y 30 días, como el resto de meses lunares. La cuaresma dura 40 días (sin contar los domingos).
- El ayuno está claramente codificado por reglas que emanan del Corán y de la tradición profética. Los cristianos, por su parte, tienen que desembarazarse de todo aquello que les aleje de Cristo. Depende de cada cristiano el elegir en qué ámbitos desea liberarse: puede decidir reducir su consumo de comida, alcohol o tabaco; pero, también, puede orientar sus esfuerzos hacia otros ámbitos de su vida: la familia, el trabajo, etc. A día de hoy, el ayuno en sí apenas se practica durante la cuaresma, salvo el Miércoles de ceniza y el Viernes santo. Sin embargo, la tradición de no comer magro los viernes (es decir, no comer carne ni platos con una base de grasa animal) se ha mantenido.
Y no es muy grave si…
Vosotros coméis delante de nosotros y no nos pasa nada, no estamos muertos de hambre… Si nos proponéis que vayamos a comer con vosotros, tampoco pasa nada, es algo que se olvida… Y si tenéis más preguntas, siempre podéis hacedlas…
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