En los últimos años, se han publicado trabajos académicos que, sin apoyarse siempre en procesos de investigación científicos y objetivos, atacan al Islam y a la población musulmana, a través de generalizaciones que recogen los prejuicios, miedos y tendencias discriminatorias existentes en la sociedad.
Esta noticia persigue advertir sobre este tipo de estudios, que se apoyan en el prestigio otorgado por la posición académica de los investigadores, o en procesos de investigación parciales, para producir análisis flagrantemente islamófobos.
Es el caso de obras como “The Myth of the Andalusian Paradise”, de Darío Fernández-Morera; “Al-ándalus contra España: la forja de un mito”, de Serafín Fajul, y “Al-Andalus y la Cruz”, de Rafael Sánchez Saus. Acerca de otras temáticas relativas a la actualidad, destacan “What’s wrong with Muslims?”, de Satoshi Kanazawa, y “Going Muslim”, de Tunku Varadajan, ambas publicaciones analizadas en el estudio de Abderrahman El-Sayed “Is your Professor an Islamophobe?”.
Las tres primeras obras tratan de desmontar lo que consideran un periodo de la historia “idealizado” como tolerante y ejemplo de convivencia, mitificando en su lugar, la época visigoda, mientras se rechaza las contribuciones científicas realizadas por los musulmanes al continente europeo. Estas publicaciones ponen el énfasis en los conflictos sociales e interreligiosos que se produjeron durante los ocho siglos de al-Ándalus, por encima de los periodos de convivencia pacífica y fructuosa.
Identidad nacionalcatólica
Sus autores utilizan claramente estos argumentos para resucitar la identidad nacionalcatólica. Así lo explica Alejandro García Sanjuán, de la Universidad e Huelva: “…manifestaciones públicas recientes realizadas desde distintos ámbitos y relativas al período de al-Andalus, un país árabe e islámico en la península ibérica durante la Edad Media, nos indican la enorme importancia que dicha época adquiere a la hora de tratar de imponer una idea muy determinada de la identidad nacional española”.
Estas publicaciones ponen el énfasis en los conflictos sociales e interreligiosos que se produjeron durante los ocho siglos de al-Ándalus, por encima de los periodos de convivencia pacífica y fructuosa.
Según este mismo autor, “la denigración del Islam y la deslegitimación de al-Andalus representan, por lo tanto, dos caras de la misma moneda, argumentos centrales de una agenda ideológica que pretende restaurar trasnochados valores patrióticos más propios del franquismo que de una sociedad moderna, multicultural y democrática. Se trata, en definitiva, de la vieja estrategia manipuladora que consiste en utilizar el pasado para justificar el presente”.
Tendencia a la generalización
“What’s wrong with Muslims?” y “Going Muslim”, por su parte, defienden la incapacidad de integración de los musulmanes y su tendencia a la violencia. Más allá del dañino contenido que se está publicando, carente de base científica o con una inconcebible tendencia a la generalización, el problema de este tipo de obras, como señala El-Sayed, es la posición de prestigio de la que gozan los “especialistas” y, en consecuencia, la mayor credibilidad que los resultados de sus trabajos puede suscitar. A través de este argumento, el autor hace referencia al efecto legitimador que otorga el ámbito académico, ofreciendo la impresión de que sus argumentos han sido cuidadosamente construidos conforme a un riguroso proceso de investigación.
Estas obras tienen un considerable repercusión negativa sobre la población, confundida por la distinción entre los trabajos de divulgación popular y los estudios académicos. Ello contribuye a la difusión de prejuicios, y alimenta a un público islamófobo ávido de nuevos argumentos con que atacar a la población musulmana.
Estas obras tienen un considerable repercusión negativa sobre la población, confundida por la distinción entre los trabajos de divulgación popular y los estudios académicos.
Una opinión contracorriente
Estas obras se han visto beneficiadas por el surgimiento del autodenominado Estado Islámico y la propagación de un terrorismo internacional llevado a cabo (lamentablemente y sin verdaderos fundamentos) en nombre del Islam. Este tipo de actos condenables son tomados como ejemplo y prueba de la veracidad de las aseveraciones realizadas en estos estudios, contribuyendo a la concepción del Islam como un bloque monolítico, a la descontextualización de versículos coránicos y a la generalización de casos aislados. Se intentan ignorar, así, las opiniones de los prácticamente 1,6 billones de musulmanes que rechazan el terrorismo, y de todas aquellas instituciones islámicas oficiales que han condenado y rechazado el fundamento religioso de las organizaciones terroristas.
Contra la influencia que ejerce este tipo de lecturas, se recomienda a los lectores exigir objetividad y procesos de argumentación debidamente justificados en los trabajos académicos, contrastar la información y comprobar las fuentes bibliográficas sobre las que se apoyan este tipo de estudios. Estas medidas ayudarán a mitigar el efecto negativo que esta clase de obras cargadas de prejuicios persigue tener.
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