Lamentablemente, la islamofobia en Europa lleva años en aumento y, este año, ha sufrido un avance aún mayor debido a los trágicos atentados que asolaron Francia en enero y en noviembre de 2015. Una de las razones por las que surge la islamofobia es el desconocimiento, que genera miedo hacia aquellos que no se conocen y que son considerados diferentes y ajenos a nosotros, los “otros”. Frente a esta tendencia, es necesario promover distintas soluciones; una de las principales es la cultura.
El escritor y filósofo Santiago Alba Rico, en su obra Islamofobia. Nosotros, los otros, el miedo (Icaria Editorial), escrita a raíz del atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo, señala que España tiene una ventaja frente a otros países europeos a la hora de evitar la propagación de esta forma de discriminación: además de que el porcentaje de población musulmana es mucho menor que en países como Francia, se mantiene una mejor convivencia que no separa en guetos a la población inmigrante. Y existe un factor importante: en España, al contrario que en Francia o Alemania, no existe una clase intelectual prestigiosa y mediática que alimente la islamofobia.
Alba Rico tiene claro qué hay que hacer para romper mitos y derribar la barrera cultural y así lo analiza en Islamofobia: por un lado, es una responsabilidad de gobiernos e instituciones, “que no deben ampararse en leyes que llamen la atención sobre comunidades enteras, que vinculen la radicalización y el yihadismo a hechos como visitar algunas páginas web o ciertas formas de vestir”. Por otro lado, se trata, también, de una labor pedagógica, social, mediática y cultural, de acercamiento de la cultura islámica a la población y del reconocimiento del legado islámico que presenta España.
De Madrid a Mayrit
En este mismo sentido habla el arabista Daniel Gil‑Benumeya, que en su libro Madrid islámico (Ediciones La Librería) se acerca al origen histórico de la capital. Gil-Benumeya encuentra interesante conocer la fundación islámica de Madrid para librarse de prejuicios islamófobos: “hubo una época en que esta parte de la historia de Madrid estuvo más valorada, había rutas específicas sobre el tema”. Apunta que sería un buen momento para volver a establecer un punto de conexión con las culturas musulmanas, “porque el islam es una realidad viva en el Madrid actual, viven miles de musulmanes, tanto extranjeros como españoles. Sería interesante una intervención cultural en ese sentido, a los madrileños les vendría bien para combatir prejuicios, a los musulmanes madrileños para sentirse más identificados con su ciudad y la historia de su país”.
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